Llevame contigo si te vas...

-¿Recuerdas nuestro primer beso?- dijo.

Estábamos en una fiesta y yo llevaba toda la tarde mirándote, estabas tan guapa con ese vestido azul, tú bailabas y bailabas y yo no podía apartar mis ojos de ti. Entonces llego Fran, te agarro por la cintura y te beso, en esos momentos sentí unas ganas increíbles de volver a partirle la cara, pero te me adelantaste, te apartaste de el y le diste una bofetada, saliste corriendo de allí y yo te seguí no sin antes dirigirle una mirada de odio a Fran que se sujetaba la mejilla con cara de sorpresa.

Te encontré en la calle, con un cubata en una mano y un cigarrillo, aun sin encender, en la otra.

-Guau me has dejado flipado con lo que acabas de hacer.

Tu silencio me hizo dudar pero continúe hablando.

-Ahora ya no se si besarte.

-¿Por qué?

-Porque no quiero que me pase lo mismo que al pobre Fran.

Sacaste el mechero del bolso y estabas apunto de encenderlo.

-Bueno, tú no eres Fran.

En ese momento lo vi claro, supe que si no lo hacia me arrepentiría el resto de mi vida y actúe, te quite el mechero de las manos y el cigarro de la boca. Y te bese, despacio, sin prisa, intentando que no acabara nunca, intentando retrasar todo lo posible el momento del bofetón, pero no me pegaste, te volviste a acercar y me besaste de nuevo

-Y se lo que sentiste en ese momento porque yo sentí exactamente lo mismo y se que lo sigues sintiendo ahora.